Podría estar en llamas,
congelado o sepultado.
Pero no importaría mucho,
mientras tenga a Tom Araya
gritándome al oído
que está lloviendo sangre
desde un cielo lacerado.
congelado o sepultado.
Pero no importaría mucho,
mientras tenga a Tom Araya
gritándome al oído
que está lloviendo sangre
desde un cielo lacerado.