- Hola Charles ¿una cerveza?- ¿Tan predecible soy? ¿Por quien gilipollas me estás tomando, niñito?
- Perdón, yo sólo quería ser cortés con ud.
- Y yo sólo soy quien soy, sin aparentar algo que no suelo ser... la próxima vez que quieras ser cortés conmigo, mandame la cuenta de la botillería a la casa. Si quieres ser cortés, se tu mismo y no me des en el gusto. Si quieres ser cortés, selo con las mujeres... salúdalas, cortéjalas, culéalas y vete de la ciudad. Si quieres ser cortés, entonces ¿qué mierda haces en esta ciudad? Aquí nadie es cortés. Aquí todos somos corteces. Aquí nadie te pregunta nada y todos nos tomamos a por el culo.
- Debes estar sediento, hombre, mejor deja eso de la música y bebamos.
- Ok. Nunca le he dicho no a una botella, ni a una mujer...
No hay infierno como tu propio infierno y nunca hay nadie más para compartirlo contigo... Mientras tanto, sácate las hebras del ombligo, acepta lo que hay, echa un polvo de vez en cuando, no te comprometas con nada en absoluto. Siempre ha sido así, siempre ha sido así. No grites, no queda nadie que te oiga... C.B.
